Tengo tres días de haber recibido la segunda sesión de
quimioterapia y me siento muy débil, además de las náuseas, acidez, gases y
otros malestares digestivos que también se manifestaron la primera vez. También tengo un fuerte zumbido en los oídos
y me arden mucho los ojos. Espero vaya
pasando poco a poco y que la próxima semana ya esté recuperada por completo.
Ahora ya no tengo pelo, porque el poco que quedaba decidí
raparlo ya que era, además de la molestia de andarlos limpiando por todas partes,
un dolor agudo en el cuero cabelludo causado (imagino) por el esfuerzo de los
poros para sostener el pelo largo. Aún
me duele la piel de la cabeza pero mucho menos.
El domingo pasado fui a misa, era el aniversario del
fallecimiento de mi madre. Estando en
silencio sentí una confirmación y me hizo sentir mejor, quizás fuera solo mi
mente, pero lo que importa es que tuve una intención de sanar algo pendiente y después
de pedirle al Padre, sentí que me era dado saber algo mas, una respuesta que
estaba esperando y me hizo sentir bien.
Ese mismo día regresé a casa con un fuerte dolor de cabeza,
tomé una pastilla para el dolor y olvidé tomar un antihistamínico, como siempre
lo hago ya que soy alérgica a los AINES (anti inflamatorios no esteroideos), se
me hinchan los ojos, se inflaman las mucosas.
Me di cuenta de ello una hora mas tarde, no estaba en casa y no tenía el
antialérgico a la mano, me preocupé un poco pero pensé que a lo mejor era
tiempo de sanar eso. Finalmente llegamos
tarde a casa y nunca tomé el antihistamínico, tampoco se presentó reacción
alérgica alguna. ¿Casualidad?
Hemos estado viendo con mi esposo los videos del español Enric Corbera sobre Biodescodificación (ver post anterior http://www.serhumanoydivino.blogspot.com/) y tiene una parte donde explica todo este
asunto de las alergias y del cómo somos capaces de sanarlas. Se los recomiendo de todo corazón, vale la
pena sanar todas las heridas emocionales que hemos podido acumular consciente o
inconscientemente de manera que nos liberemos de ellas (si está en nuestro
karma que así sea) y podamos entender mejor los procesos que nos han tocado
vivir. Dejando de sentirnos víctimas, de
echar culpas a lo externo (a las enfermedades, contagios, a la sociedad, a la
educación, a nuestros padres, etc.) para hacernos responsables y tomar acción
desde nuestra propia visión, desde la propia experiencia, que es única y que es
el sentido de estar aquí hoy en este cuerpo.
No dejen de verlo.
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