Entendiendo a mamá

Cuatro sesiones fueron suficientes.  En cuatro sesiones he quedado muy agradecida con mi terapeuta especialista en Biodescodificación por lo que siento haber alcanzado, y sobretodo al creador (Enric Corbera) de esta terapeutica por difundirla masivamente por internet, sino, no hubiera sido posible llegar a ella.

Siento que al final de este tratamiento he quedado liberada de sentimientos extraños que fueron grabándose en mi a lo largo de mi existencia.  Me siento libre y en consecuencia siento una paz muy grande.  No dejo de maravillarme por la increíble influencia que ejerce en nosotros el papel de nuestra madre.  Y de ahi parten muchos conflictos, de los que somos totalmente inconcientes porque ademas no nos está permitido en nuestro entendimiento de valores, el juzgar a nuestras madres.

El proceso fue interesante y cada uno tiene que experimentarlo, pero quiero compartir la visión final con la que logré sacarme de encima un peso que llevaba cargando 45 años y quizás mas, ya que pienso ahora que esta experiencia de vida definitivamente proviene de otras mas "mas antiguas", vidas anteriores en las que quedaron pendientes lecciones para aprender en futuras encarnaciones.

Desde muy pequeña llevaba grabado en mi el hecho de que cuando fuera grande, yo no quería ser como mi madre.  En muchos aspectos ya era diametralmente distinta a ella, y esto con el paso de los años fortalecía aquel objetivo de no querer ser como ella.  Tras su temprana muerte (falleció de cáncer a los 56 años) me quedó una sensación de evitar recordarla ya que su recuerdo no me producía el sentimiento agradable que deseaba tener para recordarla.

Tenía que trabajar en esto y es esto lo que he hecho.  He podido entender que aquella grabación de no querer ser como ella no fue producto de mi reacción adversa hacia ella, o de un rechazo natural por evitar un ejemplo similar al que ella me daba, no fue porque YO lo creara sino todo lo contrario.  Fue ella misma, que viendo a una bebe tan diferente a ella, tambien a mi hermana mayor, inconcientemente me apartó.  Nunca se aceptó a si misma, porque tuvo muchos traumas de niña que no llegó a superar.  En consecuencia, era mejor que si una hija suya era tan diferente a ella, lo siguiera siendo, pues era mejor no ser como ella.  Esto lo grabó ella en mi, no fue algo deliberadamente pensado sino totalmente inconciente.  Al saber esto pude darme cuenta de la inmensa sabiduria que guarda la Naturaleza, lo sabia que fue mi madre para en su amor de madre grabar aquello en mi.  No es que aquella grabación me hiciera mejor persona, era simplemente lo que me correspondía aprender.  Pero ahora podía entenderlo y liberar un sentimiento de culpa.  Porque la sensación de no querer ser como la madre, cuando se sabe/se siente que siempre fue una buena madre, no es una cosa que se disfruta sentir por toda una vida.  Y la cosa se agrava cuando uno llega a ser madre.

Entender las cosas desde otro punto de vista es abrumador.  Sobre todo si son verdades que le brotan a uno por los poros, que son parte de tu herencia genética.  Cambiarlas asi radicalmente para entenderlo todo desde otra perspectiva hace que se sientan gotas frescas de rocio sobre la piel.  El disco duro ha sido reseteado.  El objetivo de no querer ser como mi madre que buscaba defenderme de una semejanza a algo que significaba peligro o no era del todo bueno para mi, se convirtió en un propósito sublime grabado en mi inconciente para protegerme.  Ahora tiene el sentido de protección amorosa, terminó con la defensa frente a un ataque, o un peligro desconocido.

Y esto nos pasa a todos.  Vivimos aquella programación que nuestros padres, pero sobretodo nuestra madre dejó en nosotros.  Lo dice Enric Corbera, solamente cuando seamos concientes de esta programación es que podremos ser libres.