"La mente revolotea rápidamente de una idea a la otra;
juega con un objeto por un momento y lo abandona al siguiente.
Ustedes pueden lograr quedarse callados, pero es casi imposible mantener en silencio a la mente.
La mente está tejida con los hilos del deseo.
Su característica es aletear y revolotear, de aquí para allá, a través de las salidas que son los sentidos, hacia el mundo externo de color, sonido, sabor, olor y tacto.
Pero puede ser domesticada y bien usada por el ser humano.
Si la mantenemos dedicada a buenas ocupaciones y buenas acciones, especialmente en la contemplación del Absoluto, no se perderá llevando al ser humano a la ruina; porque Dios es la fuente de la paz duradera y la sabiduría."
(Sathya Sai Baba, 2007)
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