¿Porqué meditar?

Cuando le cuento a mis amigas que practico meditación suelo encontrar en algunas de ellas una sana envidia infantil frente a un tema en el que se sienten como niñas, y a veces han llegado a pedirme que les enseñe cómo se hace. En otras, simplemente siento su gran interrogante frente a algo desconocido, para lo cual no hay comentarios, porque nada se sabe, sólo un cuestionamiento quizás del porqué pierdo mi tiempo haciendo tales prácticas ajenas a nuestras costumbres.

En la llamada meditación "trascendental", se dice que los practicantes intentan trascender o "perderse" a sí mismos. Este es para mi el objetivo último de la meditación, el lograr el silencio de la mente para conectarnos con estados internos mas profundos de nuestro ser. Entonces, el "perderse" significa el perder u olvidar esta personalidad presente o conciencia de vigilia permanente, para "trascender" a estados de conciencia mas sutiles, que permitirán "encontrarse" con nuestra verdadera esencia.
Existe sin embargo una práctica llamada meditación consciente, cuyo objetivo es otro: impulsar la conciencia de cada sensación tal como se desarrolla en el instante.
En el 2000, un grupo de investigadores del Consejo de Investigaciones Médicas, de Inglaterra publicó un estudio que demostró que ocho sesiones semanales de meditación consciente disminuían a la mitad las recaídas en personas con tres o más episodios de depresión.
La meditación conciente es sencilla, consiste en que despues de relajarse se debe tomar nota de las sensaciones, estados de ánimo y sonidos; ser conciente de ellos, sin juzgarlos. Se debe dejar que la mente se aquiete al ritmo de la respiración. Si vaga, redirijir la atención a la respiración. Esto debe durar por lo menos diez minutos.
Después de dominar el control de la atención, dicen algunos terapeutas, una persona puede enfrentar mentalmente ideas problemáticas o amenazantes, y aprender a soportar la ira o la tristeza, y dejarlas pasar, sin tratar de cambiar los sentimientos, algo que frecuentemente complica más las cosas.

Otros sostienen que todos los métodos de meditación son válidos. Sentado o en movimiento, respirando profundamente, se trata de dejar fluir los pensamientos sin apegarse a ninguno, esto nos dará en mayor o menor tiempo el dominio y control de los pensamientos, el control de nuestra mente. Una sesión puede durar horas o minutos, según lo que creamos conveniente, según nuestra disponibilidad de tiempo, según tengamos conciencia o no de que esta práctica nos llevará por un camino de despertar espiritual innegablemente necesario para nuestra evolucion como seres humanos y divinos que somos.

La meditación conciente se convierte en un primer paso para lograr posteriormente una meditación mas profunda o "trascendental".

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