Meditación

Una vez por semana practico una meditación grupal, guiada por nuestra maestra. Desde hace casi 10 años meditamos juntos y aún no puedo decir que logro hacerlo como quisiera.
Todo es cuestión de práctica, suena fácil pero no lo es. Llevo mucho tiempo intentando hacerlo sola y solo hace unos meses logré tomar la determinación de sentarme, sin siquiera abrir los ojos por la mañana, a meditar. Lo hago a diario por unos 15-20 minutos, por lo menos ya es una buena costumbre, para empezar.

Sin embargo, aún no logro dejar mi mente en blanco al 100% cuando medito. Ella salta de una a otra idea y pensamiento. Me la paso controlándola a cada instante que me doy cuenta que se me desvía y me toma atrapada en pensamientos de todo tipo, de cualquier tipo, desde los mas cotidianos, hasta los mas absurdos y geniales.
La mente, ese "mono loco", hace lo que quiere con nosotros, nunca nos enseñaron a controlar nuestros pensamientos, nunca nos enseñaron a experimentar la maravilla del silencio, nunca aprendimos a meditar...
Pero nunca es tarde, y tengo la firme convicción de lograrlo, de lograr una meditación como a veces en casa de mi maestra lo logro, cuando al final uno abre los ojos después de media hora de profundo silencio y siente una paz tan profunda, una vitalidad tan maravillosa, una felicidad inembargable...
Sólo en esos estados de paz y silencio se supone que uno se conecta con su ser interno, con su espíritu, con su amada presencia Yo Soy, la esencia de lo que somos, y que aún está dormido, esperando comunicarse con nosotros. A traves de la meditacion se accede a la sabiduría, al conocimiento, a todo aquello que de alguna manera ya sabemos pero que permanece aún latente, está potencialmente disponible, si queremos.
Es por eso que en esos estados de meditación profunda se obtienen respuestas, los genios y grandes sabios de la historia practicaban el silencio de su mente, practicaban la meditación.
Una gran fuerza de voluntad y convicción, eso necesitamos para lograrlo.
Empecemos por ser mas concientes de nuestros pensamientos.
No dejemos divagar a nuestra mente en pensamientos inútiles, en pensamientos ajenos, de angustia o preocupación que lo único que hacen es remover y acrecentar toda la energía estancada que llevamos cargando en nuestro pobre cuerpo mental.

Antes me costaba mucho al despertar no pensar en lo que estaba por hacer durante el dia, en las tareas, obligaciones, pagos, reuniones, etc, que tenía que realizar en las siguientes horas. Hasta que me obligué a que mi primer pensamiento al despertar fuese para Dios.
Ahora, ni bien suena el despertador, aún estando medio dormida me siento en la cama, con la espalda recta apoyada en la cabecera, hago una oración mental para empezar y trato de dejar mi mente en silencio.
Si me distraigo, tranquilamente ceso el pensamiento y trato de concentrarme escuchando mi respiración o el canto de los pájaros.
Y así, practico todas las mañanas. Algunas personas se ayudan poniendo música para relajarse, eso tambien ayuda mucho, desviando la atención hacia la música se puede llegar a silenciar la mente.
Espero lograr cada día una mejor meditacion, y ojalá los haya animado a intentarlo tambien.

No hay comentarios: