El Egoísmo, los celos: emociones y deseos

 

En estos tiempos creo que la mayoría de las personas se dan cuenta de que ellos no son solo sus cuerpos físicos, pero es frecuente que se suelan identificar con sus cuerpos astrales (o cuerpo de deseos o emociones).  Es fácil escuchar a alguien que está celoso decir "estoy dolido porque mi pareja, a quien amo tanto, ama a otro mas que a mí".  Es un claro ejemplo de un disfraz que la persona impone a su sentimiento de celos, engañándose a sí mismo con un sentimiento de amor.  El amor es tan extenso, abarca tantas virtudes que el hombre gusta escudarse en él y atribuirle infinidad de cosas que no le corresponden.  Dicho hombre no se siente herido porque su amiga le ame menos, sinó porque desea apropiarse de ella para sí mismo.  Siempre que nos sintamos ofendidos, estamos en el terreno del egoísmo, polo opuesto del amor.  Tú, el Ego o el Ser que eres realmente (tu Yo Superior, Espiritu o  Mónada) no puedes tener celos, pero tu cuerpo astral sí, ni tampoco puedes estar colérico o enojado, estas son actividades de tu cuerpo astral.

La mayor parte de las personas piensan en su vida diaria que son sus emociones y deseos, algunas estan tan llenas de ellos, que si pudiesen imaginar que ellos desaparecen, acabaría su existencia por completo.  Sin embargo debemos pensar que justamente porque los deseos son tan volubles y cambiantes, es que no somos tal cosa, nuestro Ser Superior, quienes somos realmente, está por encima de aquellos.

El cuerpo astral está formado por materia mas sutil que la etérica, pero mas burda que la mental, todos estos cuerpos forman lo que a la vista de un clarividente se denomina aura o cuerpo energético.  Al estar formado por materia mas densa que la mental, el cuerpo astral puede ser "domado" por nuestra mente y he aqui la clave para el desarrollo espiritual de quien desea elevarse por encima del ser humano promedio dominado por los deseos y emociones.

Por ejemplo, si alguien habla de nosotros cosas desagradables, no hay que hacer caso; los humanos han estado hablando mal unos de otros desde tiempos remotos y asi continuarán las cosas.  Después de todo nada importa lo que digan los demas, no es mas que una pasajera vibración del aire y no será mas que eso mientras nosotros no permitamos otra cosa.  Si nos produce llamaradas de ira y desesperación, no es algo por lo que podamos culpar al que dijo tales cosas: somos nosotros mismos los que nos estamos haciendo daño.  Hay que respirar hondo y decir: "pobre, poco sabe el de todo esto".  

Cualquier sentimiento de ser ofendido o dañado surge de un pensar egoista.  Si no estuviésemos pensando en nosotros mismos no podríamos sentir ninguna ofensa.  Este pensar en nosotros mismos es lo que debemos desechar.  Los celos, tambien son consecuencia de pensar en uno mismo solamente.

Debemos analizar la naturaleza de nuestro cuerpo astral, si somos propensos a la depresión por ejemplo, darnos cuenta de que aquel estado tambien daña a los demas, las vibraciones de la depresión se extienden alrededor y contagian los cuerpos astrales y aún mentales de otras personas.  No basta con hacer un esfuerzo de alejar el sentimiento depresivo, sinó que hay que reemplazarlo con fuertes sentimientos de ánimo y energía, asi como añadirle sentimientos altruístas.

Reconocer las flaquezas de nuestro cuerpo astral no sólo haciendo el esfuerzo de alejarnos de aquellos sentimientos, sinó reemplazarlos con tendencias opuestas y poniéndolas en práctica todo el dia.

Finalmente es importante que al examinarnos para hallar las faltas que debemos corregir hemos de cuidar de no caer en el absurdo del arrepentimiento y del remordimiento tan común entre nosotros.  Si no nos preocupamos por lo que hicimos en vidas pasadas, porqué nos lamentamos por lo que hicimos ayer?  El sentir remordimiento es un desperdicio de tiempo y de energía y es tambien una de las formas del egoísmo.  Reconozcamos nuestras faltas para no volver a caer en ellas y sigamos para adelante.  Al final de todo la ley es una: el karma lo pondrá todo en equilibrio, todo quedará como deba ser.