Arrepentirse es malgastar energía. Pensar en nuestras faltas es vigorizarlas. Lamentablemente esta es una práctica de la Iglesia Cristiana, la de recomendar arrepentirse de los pecados lo cual trae remordimientos al pecador reflexivo. Mientras mayor es la tristeza y se ocupa mas a la mente en repasar el pecado cometido, mayor es la propensión de volver a cometerlo. En lugar de esto, se debería recomendar hacer un servicio a los demás de manera que aquel pensamiento del pecado pierde intensidad, se agota y se olvida.
No debemos lamentar el pasado, es preferible trabajar para mejorar el futuro. Es inútil lamentarse deseando no haber hecho tales o cuales actos, lo mejor es decir "ya está hecho, lo siento es una lástima pero no importa, veré que puedo hacer para poder mejorarlo".
Es imporatante tener cuidado con los recuerdos, tratando en lo posible de tener control sobre aquello que nos permitimos recordar. Es casi como si fuéramos por la calle recogiendo toda la basura que encontráramos en el camino: estaríamos cargando en la memoria todo lo inútil y perjudicial. Debemos recordar solo lo que es conveniente y tener cuidado de olvidar lo demás. Estas son sabias recomendaciones de Buda.
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