Cáncer de mama (VI)

Estoy a la mitad del tratamiento.  Ya pasé por la cuarta sesión de quimioterapia, el doctor programó desde el inicio ocho sesiones porque le pedí que me fuese posible programar un viaje, entonces decidió hacerme un tratamiento mas largo pero menos fuerte.
A la semana de haber tomado la tercera quimioterapia viajé a Egipto.  Este viaje lo tenía programado desde varios meses atras, antes de saber que tendría que someterme a todo este proceso de quimioterapia.  Felizmente viajaba en grupo, con mi padre como parte de él y una amiga médico incluída, sin dejar de contar a mi maestra y guía como personaje central de este viaje.

Hemos realizado un viaje maravilloso de un significado espiritual muy profundo, es difícil explicar con palabras que suenen creíbles, aquello en lo que uno cree, porque finalmente la experiencia y el aprendizaje es personal.  Solo tengo palabras de agradecimiento permanentes hacia Aquello que hizo posible que viviera esta experiencia.  Y en el agradecimiento incluyo a mi esposo, mis hijas, familia y amigos que me apoyaron y alentaron a que pudiera viajar.

Lo que si tengo que aceptar es que me esforcé físicamente bastante.  El día que entramos a la Gran Pirámide terminé tan exhausta que no tuve ganas de salir por la tarde de compras, preferí dormir en el hotel.  Pero todo el esfuerzo bien valía la pena, Egipto es un país increíble que guarda misterios aún no revelados por la historia oficial y que a cada paso que dábamos, nuestra maestra se encargaba de develarnos algunos datos de la historia real.

Habíamos leído los libros de Zacharias Sitchin quien ha realizado un estudio detallado a partir de las tablillas sumerias, confirmamos mucho de lo que este autor relata en sus obras.  Recomiendo su lectura a quien tenga interes en este tema.  Navegamos por el rio Nilo porque es la mejor forma de recorrer los templos que se encuentran a lo largo del mismo y que fueron edificados en los centros chakra del planeta desde épocas inmemoriales.  Navegamos en un crucero por cuatro dias, tambien paseamos en una embarcación a vela, y en una visita a una comunidad nubia tuvimos la gran "suerte" de ver en el cielo nocturno naves en el cielo.  No estamos solos.

Nuestro guía de turismo, un egipcio copto con el que hicimos una linda amistad se encargó de contarnos la historia oficial.  Sin embargo, al escuchar la versión en paralelo de nuestra maestra no pudo sinó quedar impresionado con la información que escuchaba.  Hay mucho por investigar...

Regresé feliz.  Pero aún no puedo decir "misión cumplida", tengo que terminar este proceso en el que a ratos el dolor y agotamiento quiere ganar la batalla, en la que la victimización aflora y la personalidad toma fuerza contraria.  A tomar fuerza y terminar lo empezado, es mucha la fuerza que recibo, muchas las demostraciones de solidaridad, incluso de personas que no esperé recibir estoy recibiendo vibraciones maravillosas.  Gracias a todos.  Gracias Dios Padre.


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